
«Usar chocolate en repostería implica adherirse a ciertas reglas de oro que son fundamentales para lograr los resultados más satisfactorios. Quédate a descubrir cuales son»
El chocolate es, sin lugar a dudas, uno de los ingredientes más versátiles y apreciados en el ámbito de la repostería. Su sabor profundo y rico, combinado con su textura sedosa y suave, lo convierten en el complemento ideal para una amplia variedad de recetas de postres, desde las más sencillas hasta las más elaboradas.
No obstante, trabajar con chocolate puede ser considerado un auténtico arte por derecho propio, que exige tanto habilidad como conocimiento especializado. Por ello, que esta sección te presentaré algunas reglas fundamentales y consejos esenciales para asegurarte de que tus creaciones con chocolate sean siempre un éxito rotundo y te permitan destacar en el mundo de la repostería.
Reglas para Usar Chocolate en Repostería
Usar Chocolate de Alta Calidad
La calidad del chocolate que selecciones puede tener un impacto significativo en el resultado final de tus preparaciones. Es importante optar por chocolates que posean un alto porcentaje de cacao y evitar aquellos que contengan excesivos aditivos o azúcares.
El chocolate de cobertura es especialmente recomendado para repostería, ya que su elevado contenido de manteca de cacao le proporciona un acabado brillante y una textura suave. Además, este tipo de chocolate se derrite de manera uniforme, lo que facilita su uso en una amplia variedad de recetas.
Temperatura Correcta del Chocolate en la Repostería

El chocolate es muy sensible a las variaciones de temperaturas. Para fundirlo, utiliza un baño maría o microondas pero siempre en intervalos cortos de tiempo, removiendo con frecuencia. La temperatura ideal para derretir chocolate negro es entre 50-55°C, mientras que para al chocolate con leche se sitúa entre 45-50°C, y para chocolate blanco entre 40-45°C. Es crucial evitar sobrecalentar el chocolate, ya que esto puede provocar que se queme y adquiera un desagradable sabor amargo.
Temperado Correcto del Chocolate

El temperado es el proceso de calentar y enfriar el chocolate a temperaturas específicas para estabilizar los cristales de manteca de cacao. Esto asegura que el chocolate tenga un brillo atractivo y una textura crujiente al endurecerse. Aunque puede parecer complicado, con práctica y paciencia se puede dominar. Existen termómetros específicos para ayudar en este proceso.
Mantén tu Equipo Seco Antes de Usar Chocolate
El agua es el enemigo del chocolate fundido. Incluso una pequeña cantidad puede hacer que el chocolate se vuelva granulado y difícil de trabajar. Asegúrate de que todos tus utensilios y recipientes estén completamente secos antes de usarlos
Almacenamiento Adecuado

El chocolate debe ser almacenado en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y olores fuertes. La temperatura ideal es entre 15-18°C. Evita guardarlo en el refrigerador, ya que la humedad puede hacer que se forme una capa blanca llamada ‘floración’, que aunque es inofensiva, afecta la apariencia del chocolate.
Experimenta con Sabores
El chocolate es muy versátil y combina bien con una amplia variedad de sabores. No tengas miedo de experimentar con especias, frutas, nueces y licores para crear combinaciones únicas y deliciosas.
Paciencia y Precisión al Usar Chocolate
La repostería y el arte de trabajar con chocolate demandan una gran dosis de paciencia y una atención meticulosa a los detalles. Es fundamental que te tomes el tiempo necesario para medir todos los ingredientes con exactitud y que sigas las instrucciones al pie de la letra sin omitir ningún paso. La práctica constante y la repetición de los procesos te permitirán perfeccionar tus habilidades, alcanzando así resultados que se asemejen a los de un profesional.
Siguiendo estas reglas básicas, podrás aprovechar al máximo el potencial del chocolate en tus creaciones de repostería. ¡Feliz horneado!