
«Merengue Francés, Italiano y Suizo: Cada merengue tiene su propósito en la repostería, ¡Elige el adecuado según el postre que vayas a preparar!»
Si eres amante de la repostería, seguramente has visto que muchas recetas incluyen merengue en sus preparaciones. Pero, cuando llega el momento de hacerlo, aparecen preguntas como: ¿Qué tipo de merengue debo usar? ¿Cuál es la diferencia entre el merengue francés, el italiano y el suizo?
El merengue no es solo una mezcla de claras de huevo y azúcar; cada tipo tiene su propia técnica, textura y aplicación en la repostería. Mientras que algunos son ideales para decorar y dar estabilidad a tartas y postres, otros funcionan mejor para hornear y conseguir una textura crujiente.
En este artículo, te explicaremos en detalle las diferencias entre el merengue francés, el merengue italiano y el merengue suizo, sus usos más comunes y cuál elegir según la receta que quieras preparar.
¿Qué es el Merengue y por qué Existen Diferentes Tipos?
El merengue es una mezcla de claras de huevo batidas con azúcar, que al incorporar aire, adquiere una textura ligera y esponjosa. Dependiendo de la técnica con la que se prepare, se pueden obtener distintas características que afectan su estabilidad, brillo y aplicación en repostería.
Los tres tipos más conocidos son:
- Merengue Francés: El más simple y ligero.
- Italiano: El más firme y estable.
- Merengue Suizo: Más denso y brillante.
Cada uno tiene un proceso diferente de elaboración, lo que hace que su textura y uso varíen.
Diferencias entre Merengue Francés, Italiano y Suizo
Característica | Francés | Italiano | Suizo |
Preparación | Batir claras con azúcar sin calor. | Se vierte almíbar caliente sobre claras montadas. | Se calientan claras y azúcar al baño maría antes de batir. |
Textura | Ligero y aireado. | Firme, sedoso y muy estable. | Más denso y brillante. |
Dificultad | Fácil. | Difícil (requiere termómetro). | Media. |
Usos principales | Suspiros, macarons, bases horneadas. | Coberturas, rellenos, mousses. | Decoraciones, rellenos, bases secas. |
¿Cómo Hacer Cada Tipo de Merengue?
Merengue Francés: El más fácil y aireado

El merengue francés es el más simple de hacer y se elabora batiendo claras de huevo con azúcar hasta formar picos firmes. Es el menos estable, por lo que se usa en preparaciones horneadas, como suspiros, macarons y bizcochos esponjosos.
Ingredientes:
- 4 claras de huevo
- 200 g de azúcar
- 1 pizca de sal
Paso a paso:
- Bate las claras con la pizca de sal hasta que espumen.
- Agrega el azúcar en forma de lluvia y sigue batiendo hasta obtener picos firmes.
- Usa el merengue inmediatamente o hornéalo a 100°C para una textura crujiente.
Merengue Italiano: El más estable y brillante

El merengue italiano se hace con almíbar caliente, lo que lo hace más firme y resistente, ideal para decoraciones y rellenos de tartas como lemon pie o mousses.
Ingredientes:
- 4 claras de huevo
- 200 g de azúcar
- 60 ml de agua
Paso a paso:
- Bate las claras hasta obtener picos suaves.
- En una cacerola, hierve el azúcar con el agua hasta que alcance 118°C (punto de bola blanda).
- Vierte el almíbar caliente en hilo fino sobre las claras mientras sigues batiendo.
- Continúa batiendo hasta que el merengue se enfríe y tenga una textura sedosa.
Merengue Suizo: Denso y versátil

El merengue suizo se calienta antes de batirse, lo que le da una textura más compacta y brillante. Es perfecto para decoraciones que necesitan mantenerse firmes o para hornearlo en suspiros crujientes.
Ingredientes:
- 4 claras de huevo
- 200 g de azúcar
Paso a paso:
- Mezcla las claras con el azúcar en un bol resistente al calor.
- Lleva al baño maría y bate constantemente hasta que el azúcar se disuelva por completo.
- Retira del fuego y bate a velocidad alta hasta obtener un merengue firme y brillante.
¿Cómo Hacer que el Merengue Quede Crujiente y Perfecto?
Si quieres un merengue seco y crujiente, como los suspiros horneados, sigue estos trucos:
Hornea a baja temperatura (90-100°C): El secado lento evita que se dore y mantiene la textura aireada.
Usa azúcar glas o extrafina: Se disuelve mejor y evita la cristalización.
No hornees a temperatura alta: Si el horno está demasiado caliente, el merengue puede agrietarse o volverse pegajoso.
Añade crémor tártaro o jugo de limón: Ayuda a estabilizar las claras y evita que el merengue se baje.
Deja enfriar dentro del horno: Apaga el horno y deja la puerta entreabierta para que el merengue termine de secarse sin cambios bruscos de temperatura.
¿Cuál Merengue Elegir Según el Postre?
Si aún tienes dudas sobre cuál usar, aquí te dejamos una guía rápida:
- Francés: Para hornear (suspiros, macarons, bizcochos).
- Italiano: Para coberturas y rellenos firmes (lemon pie, mousses).
- Suizo: Para decoraciones brillantes y secado en horno (suspiros, tartas).
Cada uno tiene su encanto y su propósito en la repostería, así que elegir el adecuado hará la diferencia en tus postres.
Domina el arte del merengue
Ahora que conoces la diferencia entre el merengue francés, italiano y suizo, puedes experimentar con cada uno y descubrir cuál se adapta mejor a tus recetas. ¿Cuál es tu merengue favorito? Cuéntanos en los comentarios en qué postres te gusta usarlo.