
Hay sabores que no solo se quedan en el paladar, sino que se graban en la memoria, eso pasa cuando pruebas el infaltable bollo de pascua de Avilés. Su aroma a mantequilla, su textura densa pero esponjosa, y ese sabor inconfundible entre lo simple y lo festivo, que marcan el inicio de una tradición que para muchos en Asturias es sagrada. No es solo un dulce; es un regalo de amor, una costumbre que habla más de afecto que de azúcar.
Hoy quiero compartir contigo ese pedazo de historia asturiana, un postre que ha viajado de generación en generación: el bollo de Pascua de Avilés, también conocido como mantecado de Avilés. En este espacio, no solo te contaré qué es este bizcocho tan especial, sino que te enseñaré a prepararlo paso a paso, con una receta fácil, tradicional y con ingredientes que probablemente ya tienes en casa.
Aprenderás cómo lograr esa textura única sin levadura ni polvos de hornear, y descubrirás por qué este bollo es mucho más que un postre: es identidad, es celebración y es una joya de la repostería tradicional asturiana.
Prepárate para hornear una receta con historia, sabor y mucho corazón.
¿Qué es el Bollo de Pascua de Avilés o Mantecado de Avilés?
El bollo de Pascua de Avilés es un bizcocho de mantequilla, de textura densa pero muy suave, con un sabor equilibrado entre dulce y mantecoso. Se elabora principalmente con huevos, azúcar, harina y mantequilla de buena calidad. Tradicionalmente, se presenta en forma de cuatro brazos o “brazos cruzados”, aunque hoy en día también se puede encontrar en moldes redondos o rectangulares.
Lo más especial es que este bollo no lleva levadura ni impulsor químico: todo su volumen se logra batiendo bien los huevos con el azúcar, lo que le da su característica esponjosidad sin perder firmeza.
Receta de Bollo de Pascua de Avilés
Ingredientes para el Bollo de Pascua
300 g de azúcar
6 huevos grandes
300 g de mantequilla a temperatura ambiente
300 g de harina de trigo (tamizada)
Ralladura de 1 limón (opcional)
1 cucharadita de esencia de vainilla
Utensilios de cocina:
Bol grande para batir
Batidora eléctrica (de varillas o de pie, preferiblemente)
Espátula de silicona o cuchara de madera
Tamiz o colador fino (para tamizar la harina)
Molde para hornear (puede ser rectangular, redondo o con forma tradicional de “brazos”)
Papel vegetal / papel de horno (opcional, para forrar el molde)
Báscula de cocina o tazas medidoras
Rallador fino (si usas ralladura de limón)
Cucharas medidoras (para la vainilla u otros aromas)
Rejilla enfriadora (para dejar reposar el bollo una vez horneado)
Cuchillo o palillo de madera (para comprobar la cocción)
Como hacer Bollo de Pascua de Avilés




Preparar el molde:
Precalienta el horno a 170 °C. Unta un molde con mantequilla y enharina ligeramente. También puedes forrarlo con papel de horno.
Batido de huevos y azúcar:
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla blanquee y doble su volumen. Este paso es clave para que el bollo quede esponjoso, así que tómate tu tiempo (mínimo 8-10 minutos).
Añadir la mantequilla:
Incorpora la mantequilla poco a poco, siempre batiendo, hasta que quede completamente integrada. Asegúrate de que esté blanda, pero no derretida.
Aromas:
Añade la ralladura de limón y la esencia de vainilla si decides usarlas, para darle un toque aromático tradicional.
Incorporar la harina:
Añade la harina tamizada en varias tandas, mezclando con una espátula y movimientos envolventes para no perder aire.
Horneado:
Vierte la masa en el molde y hornea durante 50-60 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio. Si ves que se dora demasiado rápido, cubre con papel aluminio a mitad de cocción.
Enfriado:
Deja enfriar dentro del molde unos minutos, luego desmolda y deja enfriar completamente sobre una rejilla.
Consejos para un Bollo Perfecto:
Usa ingredientes a temperatura ambiente, especialmente la mantequilla y los huevos.
Bate los huevos el tiempo necesario para incorporar aire, ya que es el único “impulsor” de esta receta.
Puedes espolvorear el bollo con azúcar glas antes de servir, o decorarlo con lazos como se hace tradicionalmente en Avilés.
Tradición que no Puede Faltar en Casa
En Avilés, este dulce se regala el Domingo de Pascua como parte de una tradición entre padrinos y ahijados. Es una costumbre cargada de simbolismo y afecto, que ha pasado de generación en generación. Pero más allá de la festividad, el bollo de Pascua se disfruta durante toda la Semana Santa… ¡y siempre que se antoje un trozo de historia dulce!
El bollo de Pascua de Avilés no es solo un bizcocho; es un símbolo de tradición, de familia y de celebración. Prepararlo en casa es una forma de mantener viva esa herencia y compartir con los tuyos un pedazo de historia asturiana. Si nunca lo has probado, esta receta es la oportunidad perfecta para hacerlo… y si ya lo conoces, seguro querrás repetir.
¿Te animas a hornear este clásico asturiano? Cuéntame en los comentarios cómo te ha salido y si tienes alguna variante familiar. ¡Feliz Pascua y buen provecho!