
Si alguna vez has pasado por una panadería y te ha envuelto el aroma dulce de la bollería recién horneada, seguramente te habrás detenido ante los tentadores bollo suizo. Estos deliciosos panes dulces tienen una forma redonda y ligeramente alargada, con una superficie dorada y un característico espolvoreado de azúcar perlado, que les da un toque crujiente irresistible.
En su interior, el bollo suizo es esponjoso, tierno y ligero, con una miga suave que se deshace en la boca. Su sabor es delicadamente dulce, con un toque de mantequilla que lo hace perfecto para disfrutarlo solo o acompañado de mermelada, chocolate o crema.
Este clásico de la repostería, muy popular en España y en muchas cafeterías europeas, es ideal para el desayuno o la merienda, acompañado de un café o un chocolate caliente. La buena noticia es que puedes prepararlos en casa de manera sencilla, con ingredientes básicos y siguiendo unos simples pasos. ¿Te animas a hornear tus propios bollos suizos? Sigue leyendo y descubre la receta perfecta para disfrutar de este manjar casero.
Receta de Bollo Suizo
Ingredientes
Para unos 8 bollos suizos, necesitarás:
- 500 g de harina de fuerza
- 100 g de azúcar
- 100 ml de leche tibia
- 2 huevos
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 20 g de levadura fresca (o 7 g de levadura seca)
- Una pizca de sal
- Ralladura de 1 limón (opcional, para más aroma)
- 1 huevo batido para pintar
- Azúcar perlado o azúcar normal humedecida
Utensilios necesarios para preparar bollos suizos
Bol grande: para mezclar y amasar la masa.
Báscula de cocina: para medir los ingredientes con precisión.
Tazas y cucharas medidoras: para líquidos y pequeñas cantidades de ingredientes.
Rodillo: para estirar la masa si es necesario.
Espátula o cuchara de madera: para mezclar ingredientes.
Paño limpio: para cubrir la masa mientras fermenta.
Pincel de cocina: para aplicar el huevo batido antes de hornear:
Bandeja de horno: para colocar los bollos.
Papel de hornear o tapete de silicona: para evitar que los bollos se peguen.
Cuchillo afilado o rasqueta de panadería: para dividir la masa en porciones.
Rejilla enfriadora: para dejar que los bollos se enfríen después del horneado.
Como Hacer Bollo Suizo Paso a Paso




Activar la levadura
Si usas levadura fresca, disuélvela en la leche tibia junto con una cucharadita de azúcar y deja reposar unos 10 minutos hasta que espume. Si usas levadura seca, mézclala directamente con la harina.
Mezclar los ingredientes
En un bol grande, coloca la harina, el azúcar y la sal. Haz un hueco en el centro y añade los huevos, la ralladura de limón y la leche con la levadura activada. Mezcla hasta integrar.
Amasar y agregar la mantequilla
Amasa la mezcla durante unos 10 minutos. Luego, incorpora la mantequilla en trozos pequeños y sigue amasando hasta obtener una masa elástica y homogénea. Este paso es clave para lograr una miga tierna.
Primer levado
Forma una bola con la masa y colócala en un bol engrasado. Cubre con un paño y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que doble su tamaño.
Formar los bollos
Desgasifica la masa (presiónala suavemente para eliminar el aire) y divídela en porciones de unos 80 g cada una. Forma bollitos redondos y colócalos en una bandeja con papel de horno.
Segundo levado
Cubre los bollos y deja reposar nuevamente 30-40 minutos hasta que aumenten de tamaño.
Pintar y hornear
Precalienta el horno a 180°C. Pinta los bollos con huevo batido y espolvorea azúcar perlado por encima. Hornea durante 12-15 minutos, hasta que estén dorados.
¡A disfrutar!
Sácalos del horno y deja enfriar sobre una rejilla. Puedes comerlos tal cual o abrirlos y rellenarlos con crema, mantequilla o chocolate.
Consejos para un Bollo Suizo Perfecto
Amasa bien: Dedica tiempo a trabajar la masa de manera adecuada, ya que este paso es fundamental para lograr que los bollos suizos tengan una textura más esponjosa y ligera al hornearlos.
Respeta los tiempos de levado: La paciencia es fundamental para lograr una fermentación adecuada, ya que permite que la masa desarrolle su textura, sabor y consistencia óptimos.
No te excedas con la harina: Incorporar una cantidad excesiva de harina puede provocar que la masa pierda su suavidad y se vuelva rígida, dificultando su manejo y afectando el resultado final.
Si no dispones de azúcar perlado, una alternativa sencilla es utilizar azúcar común humedecida ligeramente con unas gotas de agua para lograr una textura similar. Esta opción te permitirá obtener resultados muy parecidos sin necesidad de ingredientes especiales.
Conclusión
Hacer bollo suizo casero es más fácil de lo que parece y el resultado es una auténtica delicia. Suaves, dulces y con ese toque crujiente de azúcar en la superficie, estos bollos se convertirán en tu merienda favorita.
¿Te animas a prepararlos? Cuéntame en los comentarios cómo te han salido o si tienes algún truco especial para hacerlos aún más ricos. ¡Feliz horneado!